En el sector petroquímico, son muchas las máquinas importantes que son accionadas por motores o generadores eléctricos.
Si nos fijamos más concretamente en el refino del petróleo, el crudo es enviado hasta la refinería a través de quilómetros de oleoductos por medio de grandes bombas, que pueden ser, por ejemplo, de 1200m3/h y 380 metros de altura. Estas bombas, en cada punto de bombeo suelen estar duplicadas por seguridad y poder mantener el servicio, bombas redundantes. Tanto el coste de estas bombas como el de su sustitución para mantenimiento, es muy elevado y puede superar el millón de euros.
Una vez en la refinería son miles los motores o generadores eléctricos que intervienen en los diferentes procesados del petróleo, como en la destilación atmosférica, la destilación al vacío o el cracking catalítico.
En la central de cogeneración, el generador, y las diferentes bombas y compresores.
Para el transporte del crudo, las bombas de tornillo.